Actualmente muchas empresas están preocupadas en adaptarse al concepto de equipos de trabajo, tratando de invertir más en programas de desarrollo, capacitación y perfeccionamiento, tanto a nivel profesional como personal, formando recursos humanos que conozcan técnicas conceptuales y prácticas para desarrollar actividades en grupo, con mayor participación y conocimiento de las actividades de la empresa.
Las empresas, envueltas en la prestación de servicios o de producción, ya reconocen como satisfactoria la inversión en recursos humanos, significando tener retorno cierto y seguro, a corto y mediano plazo, una vez que la capitalización en el individuo repercuta en los resultados finales de la organización. Por otro lado, el individuo reconoce favorablemente esta calificación y trata de mejorar su relación con la empresa, buscando perfeccionar y desarrollar su papel con mayor y mejor calidad en su trabajo. Hecho mensurable y comprobado por los resultados finales de su actividad.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre GRUPO y EQUIPO DE TRABAJO?
Un Grupo de Trabajo se fundamenta en la existencia de un conjunto o grupo de personas que se aplican en el desarrollo de una tarea o trabajo. Los miembros de ese grupo poseen algún desarrollo y compromiso. Son individuos, dirigidos por un responsable que aglutina y transmite información de las etapas del trabajo y distribuye tareas que, sumadas, completan el todo del trabajo encomendado
Mientras que un Equipo de Trabajo es fundamentado en un conjunto de individuos que, asociados, buscan una acción común, con determinado fin.
Los miembros de un Equipo tienen conocimiento de todas las informaciones, etapas y filosofía del trabajo a ser realizado. Son individuos dirigidos por un responsable, que trata de integrar el equipo a las tareas que están siendo desarrolladas, buscando motivar, emprender y envolver con censo de responsabilidad emocional de cada individuo en el trabajo.
Por lo tanto, una de las tantas diferencias entre Grupos de Trabajo y Equipos de Trabajo, está también en la calidad de las personas. En los equipos predominan los talentos; en los grupos, la mano de obra. Por eso, el paso inicial para montar un verdadero equipo comienza con la selección de las personas que lo van a componer. Las preguntas clave dicen relación con el sentido personal de querer formar parte de un equipo: ¿quiénes son?, ¿qué están haciendo allá?, ¿cuáles son sus perspectivas?, ¿cuáles son sus sueños? Y quizá si tienen un plano de vida.
El 95 por ciento de los chilenos no tiene un proyecto de vida para los próximos cinco años. Esto es un problema cultural. No estamos habituados a hacer planificación. Esto queda muy claro en las conversaciones del día a día: ¿Cómo te va? “Ahí estamos, esperando que pase la crisis”; “Ya veremos”; “Lo voy a ver, te llamo mañana”. ¿Y el ascenso? “Si Dios quiere me llega el próximo año”
En suma, la gente va para donde sopla el viento.
Una persona con las cosas poco claras, mal puede conformar y aportar en un Equipo de Trabajo.
En síntesis, más del 60 por ciento de los Equipos de Trabajo en nuestro continente no pasan de un grupo de personas en búsqueda de pertenencia y no de decisiones y logros. Grupos donde lo que se busca es un resultado, generalmente sectorial. Mientras que los Equipos buscan resultados globales, con compromiso y visualización de la actividad total de todos los miembros del grupo.
Ventajas
Formar Equipos de Trabajo en las empresas latinas es un lujo. Estos potencian las realizaciones de la organización, logran generar innovación, nuevas ideas y resultados rápidos antes los cambios y la competencia. Además, desarrolla la comunicación, factor de especial importancia en el desarrollo de los negocios.
Desventajas
Genera un mayor tiempo en reuniones, muchas de ellas cuestionadas en relación a su efectividad por sus propios miembros. Un estudio realizado por Entrepreneur Consultores en Chile muestra que los ejecutivos llegan a perder el 25 por ciento de su tiempo en reuniones improductivas. Como la mayoría de las reuniones reúne a grupos que juran que son Equipos, trae como consecuencia a isleños que se juntan para hablar de sí mismos, sin sentido de equipo.
Esto trae consigo, además, pérdidas de productividad para la organización.
La mejor forma de tomar decisiones en Latinoamérica es en reuniones de cuatro personas, tres de las cuales deben estar ausente.
Una buena forma de evaluar si realmente se está trabajando en equipo o no, es hacerse algunas de las siguientes preguntas.
¿Usted tiene claro el origen de la elaboración del proyecto?
¿Comprende los objetivos del proyecto? ¿Sabe de qué forma el proyecto va a agregar valor a la empresa?
¿Puede sintetizar en dos frases el problema que su equipo está tratando de resolver? ¿El equipo desarrolló un análisis detallado de los puntos más importantes relacionados con el éxito del proyecto? ¿Tiene claro cómo su trabajo contribuye para el éxito del proyecto?
El trabajo en equipo es el gran escenario para que usted pueda ejercitar esa competencia, e infelizmente mostrar, en muchos casos, su inhabilidad. La deficiencia de la comunicación en los equipos representa el 70 por ciento de los problemas en las organizaciones. Esto alimenta la creencia de que la información es poder, y dentro de un equipo eso puede ser mortal. En un verdadero equipo no puede haber información desviada o escondida, todos deben compartirla, intercambiarla.
Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional no siempre es citada como elemento importante en la formación de Equipos de Trabajo. La presencia o falta de ella es decisiva para muchos profesionales. Chequée cuántas personas conoce con mucho currículo, pero con quienes usted no estaría dispuesto a trabajar. Saber manejar las propias emociones es un diferencial de la modernidad, que agrega valor. Buscar un balance adecuado a la introspección o vice-versa, o tener mal genio, pueden ser factores muy serios que pueden perjudicar el trabajo en equipo.
Trabajar en equipo es definitivamente un cambio mental, profundo y total. “Dejo de trabajar para mí mismo y comienzo a trabajar para el resto”, es el llamado que tiene en su mente y en su corazón un team player, el miembro clave del equipo, el gestor, el facilitador (y todos podemos serlo), y cuando lo somos, somos uno con el resto.
El éxito del equipo es el resultado de las decisiones acertadas, y las decisiones acertadas son el resultado de la experiencia, y la experiencia suele ser el resultado de las decisiones equivocadas.
Ser un team player implica pasión, determinación, enfoque hacia el otro. Además es el altruismo hecho carne. (alter=otro, ismo=cultivar).
Este es el desafío de trabajar en equipo. No es sólo un grupo tras un objetivo, sino personas convencidas que trabajan al unísono para que “el otro” llegue a destino. Esto es clave para el aprendizaje colectivo y para alcanzar la mentada sinergia. En la práctica, para volver a sí mismo con una cosecha de experiencias múltiples, para explicarse cómo se hicieron las pirámides, cómo se construye un portaaviones, cómo se llega a la luna o cómo se potencian las redes humanas para llegar donde queramos.
Autor:Fernando Vigorena Pérez