La motivación para el éxito surge cuando se desea mucho alcanzar un objetivo, sea bienes materiales, una buena familia o quizá la obtención de un diploma.
El escritor Napoleón Hill, autor de varios libros sobre éxito, dice que lo que la mente pueda concebir, y en eso creer, ella es capaz de realizar.
Si usted dice: “!yo nunca voy a conseguir comprar esta casa!” usted ya está dando la respuesta para el asunto y realmente no va a conseguirla. Usted está dando órdenes para su subconsciente que realmente no conseguirá el dinero para tal finalidad.
Un joven pregunto al filósofo Sócrates cual era el secreto del éxito. Sócrates entonces lo convidó para el día siguiente a la orilla del rio. Sócrates le pidió que el joven caminase a su lado para dentro del rio. En determinado momento cuando el agua llegaba al pescuezo de los dos, Sócrates sorprendió al joven hundiéndolo en el agua. El muchacho lucho para volver a la superficie... pero Sócrates que era mas fuerte, lo mantuvo hundido.. Cuando el muchacho ya se asfixiaba, Sócrates saco su cabeza para fuera del agua. La primera cosa que el muchacho hizo fue respirar profundamente. Entonces Sócrates le preguntó: “Que era lo que mas quería cuando estaba debajo del agua?” Y el muchacho respondió, medio sofocado aun: “Aire”.
Entonces Sócrates sonrió y le dijo: “Ese es el secreto, cuando usted desee el éxito tanto como desea el aire cuando esta debajo del agua, usted lo tendrá.”. No hay otro secreto.
Un deseo intenso es el punto de partida para cualquier realización. Así como un fuego pequeño no pude generar mucho calor, un deseo débil no es capaz de producir grandes resultados.
Comience ahora, no con promesas y si con actitud y acción. Despierte a su gigante interior.
El éxito no es de quien sabe... es de quien hace.
Autor= Fernando Vigorena