Los últimos datos del Censo muestran que el número de chilenos que tienen más de 65 años es un 45% mayor que hace 10 años atrás y además indica que los mayores de 90 años aumentaron en un 50% en ese periodo. En el 2020 habrían más defunciones que nacimientos, para terminar el año 2054 como un país posiblemente sin nuevos chilenos menores de 4 años. En síntesis estamos condenados a ser un país viejo. Para allá vamos todos, unos antes otros después.
Hasta hace un par de décadas una persona se iniciaba en el mundo laboral a los 22 o 23 años y la finalizaba con una jubilación a los 65 años, Con una baja jubilación vivía 7 años más y luego se moría.
Total 43 años de trabajo para 7 años de jubilación.
Pero ahora en este siglo la cosa ha cambiado drásticamente. Con suerte un joven consigue un empleo o trabajo a los 25 o 26 años, el que a duras penas puede mantener hasta los 45 años, fecha en que es reemplazado por alguien más joven, una tecnología, una fusión de esas que abundan o por un servicio de outsourciong que subcontrata a otra empresa para hacer su trabajo.
Total 18 años trabajando para 45 años de jubilación ya que ahora podrá vivir hasta los 90 años. En este contexto no hay sistema de AFP que aguante. Ahorrar 18 años, parte mínima de nuestros ingresos, para financiar una jubilación de casi medio lustro. No me cuadra.
Son contados con los dedos de la mano, quienes lograrán en estos años tener un empleo hasta los 65 años, o 60 años en el caso de las mujeres. Si así fuera le quedarían 25 años de inactividad, la que debe ser financiada.
Hasta aquí la situación parece muy preocupante, pero hasta ahora son pocos los que ven el cambio de paradigmas que hay detrás de todo esto.
Jodorowsky, escrito chileno decía,"La sociedad es un complot para hacerte morir joven, de sesenta años. La sociedad está organizada para que los que trabajan, mueran luego. A eso responde la jubilación, que es una condena a muerte. La sociedad ha creado una serie de falsos conceptos sobre la juventud y la vejez para que la vida no se prolongue. La gente que acepta el engaño de la sociedad egoísta le tiene miedo a la vejez."
Esto me lleva a pensar que los padrones que hemos usado durante siglos sobre lo que es la vejez, se están viniendo abajo.
Esto me lleva a citar otra frase, esta vez del General Douglas MacArtur "La juventud no es un período de la vida, sino un estado de espíritu, una victoria del coraje sobre la timidez, del gusto de la aventura sobre el amor a la comodidad. Uno no se vuelve viejo por haber vivido un gran número de años, sino por haber desertado de un ideal. Los años arrugan la piel, pero renunciar al ideal arruga el alma.-
Yo agregaría que uno se pone viejo cuando sus arrepentimientos son mayores que sus sueños. Entonces hay algunos que mueren a los 25 y los entierran a los 90.-
Otra pregunta que todos deberíamos hacernos. ¿Qué plan personal estamos realizando para generar una actividad durante los años de vida que me quedan? Y que ojalá que nos generen ingresos. Ahora las AFP ya no preguntan cuantos años tiene una persona, sino cuantos años va a vivir.
La verdad que los planes improvisados de los chilenos frente a este desafío son bastante preocupantes: ¡Ya veremos! es la frase que más se escucha.
Otra, ¡Ya no estoy para esos trotes! me dice un ejecutivo amigo de 50 años, que cree que la vida ya se le acabó a sus ahora activos años de edad. Después de 25 años de trabajo con renta muy alta y con casi $100 millones en su Fondo de Pensiones, terminó siendo desvinculado de su trabajo y optó por un plan de ¡vejez anticipada!.
De los $3.000.000 que recibía en su última remuneración, quedó con $600.000 de pensión y en ningún caso asegurada para los años de vida que le quedan, y que son muchos. La mayoría jura que con su pensión de la AFP, más sus "contactos", logrará salir adelante. Pocos planifican su vida después de los 40. El problema está en saber cuando uno está viejo para el empleo y cuando para el trabajo.
El General Douglas Mac Arthur, general en la segunda guerra mundial, dijo una vez:"La juventud no es un período de la vida, sino un estado de espíritu, una victoria del coraje sobre la timidez, del gusto de la aventura sobre el amor a la comodidad. Uno no se vuelve viejo por haber vivido un gran número de años, sino por haber desertado de un ideal. Los años arrugan la piel, pero renunciar al ideal arruga el alma".-
Yo agregaría que uno se pone viejo cuando sus arrepentimientos son mayores que sus sueños.
Entonces hay algunos que mueren a los 25 y los entierran a los 90.-
Mientras en el siglo pasado el ser humano vivía de una profesión, en el siglo XXI tendrá varias. Los padrones de la era industrial, consideraban la fuerza muscular y no el intelecto del trabajador. De ahí el concepto de "no mayor de 35 años". La idea entonces es no jubilar el cerebro.
En efecto, la sociedad esta hecha para sentirnos viejos antes de tiempo. Inclusive las propias AFP tienen un plan para sentirse viejo antes, lo llaman VEJEZ ANTICIPADA ¡que nefasto nombre para un producto! La idea antigua de la jubilación, como la de sentarse en una silla de playa y chochear con los nietos, se aleja para muchos.
Usted podría tener resuelto el tema económico, ¿pero que va ha hacer tanto tiempo sin un sentido de la vida, algo que justifique su larga vida en esta tierra?
Para la nueva generación la jubilación debe ser apenas una imposición social que no alterare el ritmo de vida y la motivación para la búsqueda de nuevas oportunidades de desarrollo. Sin lugar a dudas que el sistema de AFP ha sido un éxito durante estos años, pero definitivamente debe actualizar su discurso y dejar de pensar en que sus cotizantes continuarán siendo los empleados con sueldo fijo, siendo necesario generar campañas sólidas para captar a la geométrica legión de independientes que aumenta geométricamente.
Como van las cosas en las próximas generaciones una persona de 35 años será un adolescente que todavía vivirá con sus padres. ¿O no está sucediendo ya en muchos casos? Mientras exista vida existen desafíos. La muerte debería sorprender en un futuro cercano a las personas en medio de un proyecto todavía incompleto, de preferencia alrededor de los 100 años.
Autor: Fernando Vigorena Pérez