Enric Paredes
Socio Director de GPM Auditors Associats
Miembro del Forum Millora Contínua
¿Qué es lo que diferencia a las empresas? ¿Es la tecnología? No, la tecnología se puede comprar. ¿Es la financiación? No, la financiación se puede conseguir. Lo que diferencia a las empresas es la calidad de su Factor Humano. Y calidad entendida como aquella mezcla de actitud y aptitud que destila el óptimo desempeño de cada una de las actividades. En este sentido, una vez clarificado que el factor humano es el factor diferenciador de las empresas excelentes en relación al resto de empresas, nos preguntamos: ¿cómo retener este factor precioso?
Proyecto de futuro. Ofreciendo FUTURO, tanto a nivel de crecimiento personal técnico y humano como a nivel de crecimiento de la organización como conjunto (¡qué poca gente conoce cual es el proyecto de futuro de su organización! ¿Es esto normal?)
Justicia. Siendo JUSTOS con el desempeño realizado (¿Cómo puede ser atractiva una organización que es injusta con sus propios miembros?)
Escuchar propuestas. ESCUCHANDO lo que nos puede aportar (¿Qué cuesta escuchar las propuestas de mejora que puede aportar cada uno de los miembros de nuestra organización?)
Compartir. La percepción real de que el futuro del colaborador va ligado al de la organización, con la adecuada retribución dineraria y emocional, junto con la capacidad de poder influir en la mejora del proceso empresarial marca, a mi entender, la voluntad de COMPARTIR. ¿Por qué, en definitiva, que es mejor: retener o compartir?
Jaume Sanabras
Cons. Delegado de EKM Group Human Capital
Miembro del Forum Millora Contínua
No se puede retener al buen trabajador. Los “buenos” trabajadores no pueden retenerse... ni con dinero (los “buenos” de verdad). Lo único que podemos hacer es crear las condiciones adecuadas en la empresa para que el trabajador bueno se sienta útil e importante en la empresa y no tenga interés en cambiar. Un asunto no siempre fácil pero tampoco del todo imposible. Pienso y reflexiono en 10 conceptos que entiendo que siempre debemos tener muy presentes, no olvidar jamás y revisar bien de vez en cuando.
Entorno y libertad. ¿Estamos creando un entorno adecuado de trabajo para que nuestro colaborador pueda sentirse a gusto? ¿Estamos creando el espacio de libertad adecuado y suficiente para que pueda actuar y también para que pueda equivocarse y aprender de los errores?
Confianza y crecimiento. ¿Estamos demostrando confianza plena en nuestro colaborador y en su capacidad? ¿Practicamos suficientemente la GESTIÓN POR CONFIANZA? ¿Estamos proveyendo el espacio que tengo que dar y dejar bien visualizado a nuestro colaborador para que él note y perciba ese espacio que tiene para crecer y desarrollarse?
Compromiso y valores. ¿Estamos promoviendo que nuestro colaborador se sienta comprometido de corazón con el proyecto de la empresa? ¿Estamos promoviendo que nuestro colaborador comparta realmente con nosotros los valores que compartimos todos los miembros de la empresa?
Cultura y gestión del detalle. ¿Estamos promoviendo que la cultura de empresa penetre en lo más íntimo y sea claramente percibida por nuestro colaborador provocando su participación activa y proactiva en ella? ¿Estamos consiguiendo a través de la gestión del detalle con nuestro colaborador diferenciarme de otras empresas?
Empresa admirada y contribución social. ¿Estamos consiguiendo a través de los intangibles que nuestra empresa sea admirada desde el exterior y por extensión por todos sus colaboradores? ¿Estamos consiguiendo que, a parte del proyecto empresarial, nuestra empresa tenga una voluntad proactiva como agente social en la contribución generosa a un mundo mejor?
Retribución. La retribución es un factor higiénico. Sin una retribución justa, coherente y de mercado no podemos ni empezar. Pero la retribución no retiene nunca (al “buen” trabajador...). La retribución debe darse por supuesta. Lo único que retiene a un “buen” profesional son los intangibles. Hay que trabajar en los intangibles. En los intangibles está la diferencia.
Autor: http://www.noticias.com/