La guerra de los talentos

  • Publicado por Admin
  • 22 de octubre de 2011 20:19:32 EDT
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Todas las recientes publicaciones de negocios se refieren a la llamada “Guerra de Talentos”. Los textos hablan del gran aumento de la demanda que no está siendo atendida por la oferta prevista de profesionales de variadas formaciones en los próximos cinco años. Por otro lado, un gran contingente de jóvenes que egresan de nuestras universidades de ingeniería, administración, economía o derecho, para citar sólo algunas, se están viendo enfrentados a una enorme dificultad para encontrar empleo. ¿Qué sucede entre estos jóvenes y los talentos que las empresas requieren?

Comenzaré por definir lo que es un talento. “Talento es quien tiene las competencias para resolver problemas inéditos y complejos o inventar nuevas soluciones”. Esta definición me parece la mejor. La leí en la revista The Economist publicado en la portada del mes de octubre de 2006. Como usted ve, el talento no necesita hablar siete lenguas, haber vivido en un país anglosajón o tener dos MBA. Talento es lo que hace la diferencia constante, dentro y fuera de la empresa.

Un talento tiene una biografía propia de vida que debe mostrar claramente los desafíos que ha superado en su historia y que generan sus competencias.

No hay duda de que un buen diploma de universidad prestigiosa ayuda, que el dominio de por lo menos el inglés es fundamental, pero el talentoso se diferencia no sólo en el conocimiento que posee sino en que sabe cómo puede aplicarlo y, más importante aún, en su actitud frente al mundo, en ese brillo desafiador en el mirar y en muchas cosas valóricas. Además de eso, el talento es un moderno “trabajador del conocimiento”. El planifica su vida y su carrera sin quedarse esperando a que la organización donde trabaja haga eso, él es fiel a la cultura y a la causa de la empresa, y no al empleo. El comparte y multiplica sus conocimientos y sus relaciones en redes virtuales.

La Guerra de los Talentos va a suceder porque es difícil identificarlos. Los modelos tradicionales de selección sólo sirven para el trabajador organizacional, que vive dentro de los padrones diseñados en el pasado. Encontrar el talento significa ir más al fondo en la entrevista, en los resultados obtenidos en sus cargos anteriores, dar oportunidades, quebrar paradigmas, miran más allá del horizonte común. Los talentos están ahí, su apariencia es común, su forma de ser es simple y por eso la gran guerra es poder identificarlos, atraerlos y después retenerlos. Pero lo más preocupante es que muchos jóvenes son grandes talentos pero, socializados por las escuelas con currículos tradicionales, se presentan como trabajadores organizacionales, y no como trabajadores del conocimiento. El mercado está repleto de los organizacionales y carente de los del conocimiento.

Al respeto, ¿cómo está usted? Sus colegas amigos, ¿lo ven como un talento o un profesional organizacional de esos que abundan con currículos llenos de bote a bote?

 

Autor: Fernando Vigorena Pérez

 

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