Reproducción del artículo de José María Cardona publicado en el número de Mayo de la revista Emprendedores.
El comportamiento se contagia. Comportamiento genera comportamiento. En una organización todos los empleados suelen tener la misma cara. Toda persona al actuar transmite siempre lo que es e influye a los otros. Un jefe modela mucho la mentalidad de sus Colaboradores y sin darse cuenta la ajusta de acuerdo con la suya.
Si usted está trabajando en el Departamento de Atención al Cliente y le da máxima importancia a la aplicación de las normas y a los procedimientos, no permitirá que un Colaborador le dé máxima importancia a la amabilidad y a la atención personalizada. Si usted planifica todo a última hora, todos los demás también lo harán. Si usted quiere entrar a formar parte de una empresa y le tratan mal en la recepción, sepa que de forma parecida le tratarán en el Equipo Directivo.
Una recién casada sirvió jamón cocido y su marido le preguntó por qué le había cortado los dos extremos. “Porque así lo hacía mi madre”, respondió ella. Les visitó un buen día la suegra y el joven marido le preguntó de nuevo por qué cortaba los dos extremos del jamón al cocerlo. “Porque así lo hacía mi madre”, respondió la buena mujer. Cuando fueron a ver a la abuela,el marido, picado ya por la curiosidad, le repitió la misma pregunta. Ella contestó: “porque era la única forma de que me cupiera en la cazuela”.
Los comportamientos culturales en las organizaciones vienen impuestos por unos pocos Directivos, y generalmente por uno solo, que troquelan los comportamientos y las formas de pensar de los Colaboradores, para hacerlos a su imagen y semejanza, canalizando de esa manera la energía, la creatividad y la idiosincrasia de cada uno y de cada grupo al solucionar problemas o tomar decisiones. Cuando uno actúa, no sólo elige lo que hará, sino también en qué se convertirá y en qué convertirá a los que tiene alrededor. ¿Cómo influyo en las actuaciones de los que tengo a mi cargo o trabajo junto a ellos?
Si usted confía, confiarán en usted. Si tiene experiencias de éxito repetidas, ellos también. Si defiende y aprecia sus ideas, ellos defenderán y apreciarán las suyas. Si usted es corrupto, ellos también; no tendría sentido otra cosa.
El Directivo expresa su mentalidad a través de su lenguaje hablado y, sobre todo, corporal. Desarrolla y forma a su Colaborador según la idea que tenga de él. Si un Directivo aprecia a un Colaborador y cree que es bueno, ¿cómo se comportará con él?:
* Le sonreirá.
* Su lenguaje corporal será próximo.
* Le dará feed-back claro y abundante.
* Su elogio será fuerte y animoso.
* Le obligará a responder frecuentemente.
* Le enfrentará a los problemas más interesantes y difíciles.
Autor: José María Cardona / Socio-Director de CARDONA LABARGA
Web: http://www.cardonalabarga.com/