* El mercado laboral de ejecutivos se parece más a un campo de batalla, en el cual la competencia por las posiciones es abierta y dura, impiadosa y de resultado lento.
* El ejecutivo se encuentra generalmente des-preparado para enfrentar la cesantía, sobre todo por la confianza en su experiencia.
* Las tradicionales carreras laborales con crecimiento vertical dan paso a la “reingeniería del ser humano”, en la búsqueda de una realización personal.
Oficina de una empresa cualquiera, en un viernes como a las 17 horas. Jorge, Ingeniero, 45 años, casado, 4 hijos adolescentes, gerente de Administración y Finanzas, recibe una llamada telefónica de su superior, el Gerente General.
Reunidos en su oficina y luego de un café, el gerente le relata las dificultades por las que atraviesa la empresa y le cuenta que en reunión de Directorio se ha decidido reducir la estructura del área financiera, por la externalización de ciertas funciones, eliminación de otras, por los problemas con la competencia, etc, etc, etc.
“Desgraciadamente, Jorge, en esta área su remuneración es la más alta y sus funciones serán integradas con las labores de la sub-gerencia general”, le señala su superior.
“Por eso, he sido obligado a proponer su desvinculación y el Directorio ya decidió. No tengo nada contra usted, conozco su trayectoria y sus 12 años en la empresa, su lealtad, su esfuerzo para superar las diversas dificultades, sin dejar de reconocer el entusiasmo y liderazgo que demostró en su desempeño profesional. Lo siento mucho. El lunes temprano deberá contactarse con el Sr. Muñoz, de Recursos Humanos, para discutir los términos de su salida”.
De vuelta a su oficina y después de quedarse casi sin habla, despidiéndose con un sabor amargo de su jefe, Jorge se deja caer en su sillón, con un desordenado cúmulo de pensamientos en la cabeza. Estaba cesante.
¿Qué hago ahora?
“La verdad que nunca pensé mucho en lo que debía hacer si me quedaba sin trabajo. Para qué me iba a preocupar si estaba tan firme en mi empresa y mi gerente me tenía tan bien considerado, hasta me habían otorgado la medalla por los diez años de servicio, que inclusive me la había entregado el Presidente de la compañía.”
“En mi trayectoria profesional siempre jugué en todas las posiciones, no esquivé los trabajos de fin de semana; soy un especialista en lo que hago y toda la negociación de los pasivos de la empresa con los bancos la hice yo solo. Dejé de aprovechar estos años para perfeccionar mi inglés y preferí cambiar mi auto antes de meterme en un computador personal para perfeccionar mi experiencia en el tema. Bueno, pero nunca nadie me sacó en cara eso”.
“Mi trabajo siempre me comprometió demasiado y no tuve tiempo para nada más. De los cursos que la empresa me ofreció hice un post-título en el área financiera, pero no me dejó satisfecho. Era de esas personas que sólo tenía tiempo para leer los titulares de los diarios económicos y hasta leí un par de libros de los principales autores de management moderno”.
“¿Cómo está el mercado laboral? Confieso que nunca me importó mucho y nunca tuve interés en analizar los avisos de los diarios. Total, ¿para qué? Doce años de casa, activo fijo de mi empresa.
¿Dónde está mi currículo?
“Necesito buscar mi currículo que preparé para mi postulación al post-grado. Pero ¿cuándo fue eso?, en 1995. Cómo pasa el tiempo. Necesito actualizarlo, pero me han dicho que su confección ya no sirve para esta época.
“También pensé en independizarme, pero eso lo tenía planeado para cuando me jubilase. Voy a tener que devolver el auto de la empresa y usar el auto de Carmen.¿Que dirán los vecinos cuando no vean el Toyota estacionado en el jardín de mi casa?”.
“¿Será que Carmen y mis hijos van a comprender que no soy un fracasado y que esto no es más que una circunstancia muy propia de estos tiempos?”.
“Bueno, me olvido de todo eso. Total, soy una persona capaz y competente y el mercado me lo reconocerá. Me voy de vacaciones con mi esposa y los muchachos y luego veré qué es lo que hago”, termina señalando nuestro personaje, Jorge.
Vida real
Usted, estimado lector, ¿conoce o ha vivido el papel de Jorge en la vida real? El primer comentario es relativo a la actitud de la empresa y a su Gerente General. Es inadmisible que un ejecutivo reciba la noticia de su despido a última hora de un viernes. Debe haber sido un fin de semana terrible para Jorge, pero tal práctica es muy común en las empresas, ciertamente combatida por los profesionales de Recursos Humanos más competentes. Nota cero para la empresa en cuestión.
A Jorge cabe hacerle algunas recomendaciones. Ningún ejecutivo moderno puede continuar pensando que la “actualización profesional” se basa solamente en un curso de post-grado universitario, para sentirse a tono con los cambios que vive el mundo y la empresa. La actualización ahora es diaria, minuto a minuto. No basta con estar suscrito a una revista o diario de negocios; es necesario darse tiempo para analizar las materias de contenido, conseguir otras publicaciones desde el extranjero. La idea es invertir más en el ser que en el tener. Una verdadera reingeniería de uno mismo.
Dudas
Con 45 años, Jorge, necesita urgentemente una nueva posición para poder mantener su padrón. ¿Podrá conseguir el mismo nivel de empleo, cuando las empresas están centradas en procesos de externalización, reducción de estructuras o rightzising, fusiones, ventas, alianzas estratégicas, etc, lo que determina despedir más que contratar?.
Que Jorge se recuerde que cuando una persona está sin trabajo se le dice que está cesante, pero cuando eso le sucede a un ejecutivo, se dice que “está haciendo consultorías o asesorías”.
Cuando su vecino está cesante, esto se llama recesión, cuando usted esta cesante, eso se llama depresión.
Para Jorge existen muchas posibilidades, siempre que piense diferente y se abra a otras alternativas. Desarrollarse como un entrepreneur, buscando crear una organización pequeña con una idea innovadora, que le dé futuro y realización, o quizá desarrollar sus competencias y talentos y “venderlos” en el mercado abierto. O quizá transformarse en un Profesional de Portafolio.
El Outplacement
En los últimos años las empresas más importantes han estado recurriendo a empresas especializadas en la recolocación y desarrollo de carrera de ejecutivos, las consultoras de Outplacement.
Esta área de asesoría vive también cambios profundos, considerando que la mayoría de los profesionales están optando por iniciar actividades independientes o emprendedoras, frente a un mercado que ya no busca comprar tiempo sino que desea comprar el resultado del tiempo de la gente.
Un campo de batalla
El mercado laboral para ejecutivos se parece más a un campo de batalla, donde la competencia es dura, fuerte y de resultados lentos. Al ejecutivo que se “dinosauriza” le es muy difícil evolucionar para la Era de la Competencia que vivimos.
Finalmente, hay un recado para las empresas: es fácil despedir a un ejecutivo con muchos años de casa, justificado por la falta de competencia, comodidad y obsolescencia personal. Sólo que, en muchos casos, la culpa de la “dinosaurización” es más de la empresa que del ejecutivo. Aquí sufren todos, empresa, despedido, imagen externa de la empresa, y para qué contar con el clima laboral interno.
Creando condiciones de desarrollo, actualización y participación, todos se beneficiarán. Las empresas garantizarán la disponibilidad de contingente clave para su desarrollo y las personas la posibilidad de desarrollo profesional.
...y tú que opinas al respecto?
Autor: Fernando Vigorena / Conferencista Internacional Web: www.fernandovigorena.cl
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